Al respecto, fue designado por el despacho de la Secretaría General de Gobierno a través de la Dirección de Política y Educación al ciudadano teniente José Rodríguez Abarca como instructor del personal que formaría el cuerpo de bomberos de Barinas a partir del 1 de febrero de 1958. De esta manera, Abarca, quien había egresado del Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal, asumía la responsabilidad de promover y conformar una de las instituciones con mayor trayectoria del siglo XX, cuyo legado se mantiene aún vigente en la región barinesa.
A las actividades técnicas desarrolladas por el teniente José Rodríguez Abarca se le suma una Junta Organizadora Pro-Fundación del Cuerpo de Bomberos de Barinas, integrada por un grupo de ciudadanos sensibles y preocupados por la propagación de incendios de montes que ponían en riesgo las viviendas, construidas -en su mayoría- con techos de palma y paredes de bahareque, y que permitiría “acabar”, según palabras del padre Parra, con “los planazos y vituperios que en otros tiempos se cometían con los indefensos ciudadanos y campesinos cuando se presentaban algún incendio”. Integraron la mencionada Junta: Juan Pedro Parra Sánchez, presbítero de la ciudad de Barinas; Francisco Traspuesto, prefecto de la capital del estado; el abogado Valero Vásquez; el médico Oraner Rodríguez; un representante de la Circunscripción Militar de apellido Leañez; los comerciantes César Betancourt y Francisco Manzano. El trabajo promovido por Abarca y la Junta no fue fácil. El cuerpo de bomberos y bomberas de Barinas había nacido prácticamente sin presupuesto, lo que empeoraba la situación para el sostenimiento de quienes estarían prestando sus servicios a la colectividad. Del mismo modo, la carencia de equipos apropiados marcaba el inicio de una dura labor para quienes estaban comprometidos con sus actividades bomberiles. Ya para el 15 de abril de 1958 los bomberos piden aumento de salario al Concejo Municipal, el cual es reprobado en un primer momento, sugiriendo que dicha institución se costee los gastos a través de la lotería numérica y del 5 y 6, que según el cuerpo edilicio dejaba un alto porcentaje. Posteriormente, para el mes de julio, el cabildo decide asignarle mil bolívares al cuerpo de bomberos para su sostenimiento.

Heredia, dicha institución se “ha venido formando y sosteniendo a base de esfuerzos de la junta organizadora, con verbenas y proyecciones de películas”. Efectivamente, esa era la situación. Incluso, en una carta enviada por el presbítero Juan Pedro Parra del 13 de agosto de 1960, señalaba que el Cuerpo de Bomberos le debía “un aparato de cinematógrafo y dinero prestado para resolver varios de los muchos problemas económicos que ha premiado dicho cuerpo desde su fundación a fin de dar cumplimiento a los compromisos en la consecución de las unidades y equipos necesarios con que hoy cuenta dicho cuerpo. Durante el fin de año de 1958 y primeros meses del año 1959, las discusiones en el cabildo barinés acerca del presupuesto a asignarle al cuerpo de bomberos no llegaban a una conclusión clara y precisa. Algunos concejales apoyaban la idea de asignar un presupuesto apropiado la naciente institución o diligenciar con distintas instancias para garantizar la plena eficiencia de los bomberos, otros preferían hacer caso omiso. Llegaban a argumentar que al no existir decreto que estableciera la creación de dicho organismo o acuerdo, sobre la aprobación de la suma solicitada, no había necesidad de asumir tal responsabilidad. Posteriormente el 27 de febrero de 1959 el presidente Tulio Patiño Heredia señaló en la plenaria que el ejecutivo del estado iba a darles la mitad de la asignación mensual para pagar el salario a los bomberos y estaba de acuerdo con resolver este problema favorablemente.

El patio de este cuartel sirvió para las prácticas taurinas del novillero Orlando Prato, así como para

Desde sus inicios el cuerpo de bomberos estaba integrado por: 1).-La Plana Mayor o Miembros Honorarios, integrada por aquellos ciudadanos que por sus relevantes méritos intelectuales, culturales o por servicios prestados a los cuerpos de bomberos y bomberas eran designados por el cuerpo bomberil. Esta distinción en ningún caso los acreditaba para el ejercicio de la profesión de bombero o bombera y demás derechos derivados del mismo. 2).-Guardianes Permanentes, conformada por bomberos o bomberas profesionales de carrera permanente egresados de un instituto de formación profesional que prestaba servicios remunerados en forma exclusiva, y 3).-Bomberos y Bomberas Voluntarios, representada por aquellos estudiantes o egresados de un instituto de formación profesional de bomberos o bomberas que prestaba servicios sin recibir remuneración alguna.
1 comentarios:
Click here for comentariosBuenas tardes, se debe respetar la fuente, este es un texto que realice, por lo menos den los créditos. Eso es muy fácil utilizar la información que otros producen sin siquiera nombrar al autor. MARINELA ARAQUE
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